"Recibimos con profunda serenidad, con profunda esperanza y profunda gratitud el triunfo que nos ha dado el pueblo ecuatoriano... Después de muchos años de tinieblas, nos pudieron robar muchas cosas, pero no nos robaron la esperanza y hoy esa esperanza ha vencido".

Con esa frase, el candidato a la presidencia de la República, Rafael Correa Delgado, proclamó su triunfo en la segunda vuelta, en un salón del hotel Dann Carlton, de Quito, anoche.

Un sonriente y calmado Correa, vestido de traje, basaba tal expresión en la ventaja de entre 11% y 16% que le daban los conteos rápidos ejecutados por Participación Ciudadana y Teleamazonas y RTS; así como los exit poll de las encuestadoras Cedatos y Market.

Todos estos, con la autorización del Tribunal Supremo Electoral.Entre los gritos y aplausos de sus seguidores, que copaban el salón, Correa ratificó su promesa de impulsar una Asamblea Constituyente; y reiteró que Ricardo Patiño y Gustavo Larrea serían sus ministros de Economía y Gobierno, respectivamente."Somos tan solo instrumento de poder ciudadano.

El 15 de enero será el pueblo ecuatoriano el que asuma el poder... Siempre nuestra lucha fue por recuperar la patria", dijo Correa y agradeció a su equipo de campaña.

El triunfo que le anunciaron la mayoría de empresas que realizaron las encuestas a boca de urna (exit poll), se dio cuando el candidato de Alianza PAÍS llegaba a una reunión con su buró político en el hotel Dan Carlton a las 17:03.

Luego de eso Correa ingresó al hotel y dialogó con sus colaboradores, a quienes saludó con abrazos y una amplia sonrisa. Posteriormente se inició una rueda de prensa.

Un sondeo de la firma Cedatos-Gallup, divulgado por el canal Ecuavisa, reveló que Correa obtuvo el 56,8% de los votos contra el 43,2% de Álvaro Noboa.

Otro estudio de la compañía Market dio al izquierdista el 57,9% de los sufragios y a Noboa el 42,1%.En tanto, una investigación de los canales Teleamazonas y RedTeleSistema anunció el 57% de la votación para Correa y 43% para Noboa.

Correa había advertido en días pasados sobre la posibilidad de un fraude en su contra, por eso insistió en que todos los votantes lleven sus propios bolígrafos.

Sin embargo, lo que asombró fue que Correa pidiera un bolígrafo para sufragar en el colegio Central Técnico, al norte de Quito. Finalmente ante su pedido, un militar le entregó su esfero.

Al mediodía, luego de acudir a misa, Correa se dirigió al aeropuerto para trasladarse a Guayaquil.Le había prometido a su madre, Norma Delgado, que la acompañaría a sufragar en el puerto principal. El candidato estuvo solo una hora en su ciudad natal.

Alianza PAÍS contrató un avión de Aerogal en el que el candidato trasladó a cerca de 70 simpatizantes a Quito.

En el vuelo de retorno a la Capital, Correa mostraba su sonrisa inagotable y sus amigos de infancia David Concha y Rafael Guevara empezaron a cantar las canciones de la época cuando eran boys scouts. Correa tomó el micrófono en el que las azafatas dan las indicaciones. "Dijeron que nos darían tres a uno", apuntó en un tono irónico y recibió aplausos de euforia.Durante la jornada de ayer, Correa desayunó junto a su familia en su casa y a las 08:15 salió con apuro hacia el colegio San Gabriel, donde votaba su compañero de fórmula Lenin Moreno. Allí lo esperaba un grupo de discapacitados. Muchos de ellos no pudieron darle la mano, por la gran cantidad de simpatizantes que había en ese recinto.

El momento de la votación de Lenin Moreno fue una confusión completa, pero finalmente mostró su papeleta marcada en la lista 35.